La odontopediatría tiene como principal objetivo la prevención de la aparición de caries. Sin embargo, cuando ésta se manifiesta con lesiones activas es necesario realizar tratamientos conservadores. La caries es un proceso infeccioso de origen bacteriano que afecta al tejido dental, se inicia en la superficie externa del diente y, si no se trata, va avanzando hasta afectar a zonas más profundas. Cualquier diente puede verse afectado por la caries, tanto los dientes temporales como los permanentes, con la diferencia de que por las características de los dientes temporales, una vez iniciado, éste avanza de forma más rápida que en un diente permanente.
Los dientes temporales afectados de caries deben curarse. No podemos olvidar que se trata de un proceso infeccioso, y además los dientes temporales tienen funciones importantes en el desarrollo de la masticación, habla y deglución, así como en el mantenimiento del espacio para los futuros dientes permanentes.
Es el procedimiento para tratar dientes con caries que no llegan al nervio. Consiste en la eliminación del tejido del diente afectado por la caries y sustitución por un material que selle la cavidad, impidiendo la floración bacteriana y devolviendo al diente su función.
Cuando una caries no se trata va avanzando hasta llegar al tejido pulpar, el nervio del diente. En estos casos el tratamiento necesario dependerá del grado de afectación del mismo.
Se realiza en dientes temporales y permanentes. Consiste en eliminar sólo la pulpa situada en la cámara pulpar, dejando la pulpa radicular, que todavía conserva su vitalidad.
Tratamiento indicado en dientes permanentes jóvenes cuando tenemos pequeñas exposiciones pulpares. El objetivo es sellar la comunicación pulpar preservando la contaminación con bacterias y permitir el correcto desarrollo del diente.
Se realiza en dientes temporales y permanentes. Consiste en eliminar todo el tejido pulpar del diente, es decir, la pulpa cameral y la radicular.
Tratamiento del nervio en dientes permanentes con afectación pulpar y completamente formados.
Indicadas en casos extremos en los que un diente no es viable, debido a la infección o destrucción que presenta.
Los mantenedores de espacio son aparatos destinados a mantener el espacio que nos ha dejado la pérdida prematura de uno o más dientes temporales. El mejor mantenedor de espacio es el propio diente, por eso es conveniente mantener los dientes temporales el máximo tiempo posible.
Queremos escucharte porque sentimos que la mejor forma desde dónde te podemos ayudar es sabiendo cuáles son tus necesidades, tus preocupaciones, cuáles son tus objetivos y qué es lo que te gustaría encontrar en nosotras.
